El libro misterioso
La biblioteca estaba vacía. "Cerramos en cinco minutos", me dijo la encargada. Era una mujer de unos cincuenta años, con la tez blanquecina y una voz cansina y susurrante. "¿Podría ayudarme? Necesito este libro", le dije a la vez que le mostraba su título. Se acercó, me quitó el papel con la referencia y regresó enseguida. "Aquí tiene", sonrió. "Pero si yo buscaba otro libro", respondí desconcertado. "No importa. Llévese este.: no se arrepentirá." Cogí el libro, lo guardé en mi cartera y salí en dirección a casa. Cuando metía la llave en la cerradura, oí una voz extraña junto a mí. Una voz cansina y susurrante que nacía directamente de mi cartera.
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